domingo, 12 de octubre de 2008

LAS CASAS ATROLÓGICAS 4 Y 10.


Este escrito es de una charla que yo realicé en el irc en el canal #astrología basado en un artículo del astrólogo Santiago Amaral, que me llamó poderosamente la atención por el estudio que realiza sobre los ejes 4 y 10.

Las casas 4 y 10, siempre ha sido un tema de discusión entre los astrólogos. Por lo que vamos a hablar un poco más sobre este tema. Para ello nos basaremos primeramente en un texto que analiza esta cuestión partiendo de un cuento que tiene su origen en una época donde el tema de la herencia era de suma importancia: la Edad Media.

Como ya sabeis y sino lo explico, se suele decir que la casa 4 corresponde a la madre, casa natural de cáncer y su regente la luna. Mientras que la 10 es la del padre, casa natural de capricornio y su regente saturno. Pero después de leer este cuento que voy a poneros, ya no lo tendréis tan claro.

La historia en la que me baso es la llamada “La Dama con pies de Cabra”, que narra una historia sobre familias feudales de alto linaje en la Edad Media. En términos astrológicos, tendríamos un tema relacionado con la casa 4, pues “linaje”, “feudo”, “familias nobles”, son todos atributos de esta casa. Esta historia concreta tiene su origen en el siglo XI.

La historia es la siguiente:

“Un día Don Diego López estaba cazando en las montañas de su feudo cuando ve a una mujer sentada en una piedra. Era muy hermosa e iba bien vestida, Don Diego le preguntó quién era. Ella respondió que era de una familia de alto linaje, entonces Diego le pide en matrimonio. Ella dice que aceptará con la condición de que ahora en adelante él nunca hiciese la señal de la cruz. Él acepta y los dos se casan. Esta dama tenía una característica peculiar, que era su pie dividido, como el pie de una cabra. El matrimonio tuvo dos hijos: un niño y una niña. Un día estaban todos almorzando cuando Don Diego tira un hueso a su perro de caza, de gran tamaño. Una perra pequeña, que estaba cerca, comienza a pelear por el hueso y mata al perro con un mordisco en el cuello. Asustado por lo sucedido, Don Diego hace automáticamente la señal de la cruz. Su mujer, contrariada con la ruptura del acuerdo, coge a la hija por el brazo, pero no consigue coger al hijo porque Don Diego lo sujeta. Ella huye por la ventana del palacio con la hija y nunca más fue vista. Al cabo de un tiempo, Don Diego va a guerrear contra los moros y es hecho prisionero. Su hijo, Ignacio Guerra, desesperado por lo sucedido, pide ayuda a los que viven en su tierra, pero le dicen que no había nada que hacer salvo buscar a su madre, en las montañas. Así que Ignacio se va en busca de la madre. Acaba encontrándola encima de una piedra. Le dice saber el motivo por el cual él fue en su busca y le da un caballo, explicándole que no puede ser ensillado, ni alimentado. Añade además que con ese caballo él vencería en todas las batallas en las que participase. Para liberar a su padre bastaría con dejarse guiar por el caballo. Tan sólo tenía que llamar por su nombre a su padre, y cuando él subiera al caballo, éste los llevaría de vuelta al palacio en el mismo día. Y así sucedió. Cuando Don Diego murió mucho tiempo después, su feudo pasó a su hijo, Don Ignacio Guerra.”


La moraleja de esta historia es que Don Ignacio tenía que reconocer y aceptar su linaje para que tuviera éxito en la vida. La fuerza de la nobleza estaba en reconocer y aceptar su origen. En su caso sería la unión de las dos partes: el linaje paterno, que era representativo de la luz y la civilización, y el linaje materno, representativo de lo oscuro y misterioso. Sólo con la aceptación de estas dos fuerzas, Ignacio se convertiría en el noble Don Ignacio y tendría éxito en la vida.

Una vez visto la historia la traspasamos a la astrología. Podríamos asociar en principio la madre a la casa 4, por la representación oscura que ella tiene en esta historia. La madre vive en la montaña y el bosque, lugares salvajes, reino de los desconocido. El padre, siendo el que vive en el palacio, región de la luz y civilización, podría ser la casa 10. En el cuento, Ignacio necesita reconocer la importancia de su madre (casa 4), de su origen oscuro (casa 4), para tener éxito en la búsqueda del padre (casa 10) y para transformarse en Don Ignacio (casa 10). Sin embargo surgen algunos problemas: la Dama con pies de Cabra está asociada a una serie de elementos saturninos y de la casa 10, como su propia denominación lo indica: “pies de cabra”. La cabra es el símbolo de Capricornio, que guarda analogía con la casa 10. El lugar donde la mujer es encontrada de nuevo nos pone en contacto con un elemento capricorniano: la montaña, que, por ser un lugar alto, tiene que ver con el tema de la ascensión, tema capricorniano. La mujer estaba sobre una piedra, que es otro elemento saturnino (recordemos que Saturno es el regente de Capricornio). En cuanto al padre también tiene muchas atribuciones de la casa 4, como, por ejemplo, el hecho de ser un señor feudal, dueño de muchas tierras, que es un elemento de la casa 4. Él también es el que va a dar el “estatus” de nobleza al hijo. Fijaros que ambos, padre y madre, son de alto linaje, pero es del padre de quien Ignacio heredaría la tierra y la situación social.

A partir de todos estos elementos podemos pensar… ¿por qué la madre no puede ser la casa 10, debido a los elementos capricornianos y saturninos relacionados con ella, y el padre la casa 4, por los elementos cancerianos? Pero entonces, tenemos un problema de que si a la madre se le atribuye el carácter de oscuridad y al padre el de luminosidad, pero la casa 10 (que hemos dicho que se le asigna en esta ocasión a la madre), es en donde el Sol está en el cenit, el punto de mayor irradiación y luminosidad, mientras que la casa atribuida al padre está la de mayor oscuridad, ya que el Sol está en el punto más bajo de la superficie. ¿Como solucionaríamos esto? Para ello me baso en una cita sacada de un libro llamado “las doces casas” de Howard Sasportas.

“De modo sencillo, la casa 10 describe estas cualidades de la madre que también están dentro de nosotros, nos guste o no. La solución es complicada, por la posibilidad de que los posicionamientos de la casa 10 designen aspectos de la personalidad de la madre que nunca fueron vivenciados – atributos y características que la madre no expresa o representa conscientemente durante los años del crecimiento del niño. (...) Un niño terriblemente sensible a la psique de la madre y a las energías que quedan latentes en el hogar, será receptivo no solo a aquello que ella manifiesta abiertamente sino también a aquello que ella niega o suprime. El niño puede estar inclinado a ‘vivenciar’ el lado sombrío de la madre, como si la madre se volviese más completa o redimida de esta manera.”

Ahora podemos entender por qué la “Dama con pies de Cabra” (la madre, representativa de la casa 10) quedaría como el elemento oscuro, mientras que Don Diego (el padre, representativo de la casa 4) quedaría como el elemento luminoso. En la sociedad feudal, donde los papeles del hombre y de la mujer estaban claramente definidos, no quedaba espacio para las mujeres (madres) expresaran su contenido de realización (casa 10). Por lo tanto, la manera en que superaban esto, era expresando sus casas 10 a través de sus maridos y/o hijos. Partiendo del principio que el padre era la figura que conseguía proyectarse y por tanto vivenciar su casa 10, es de este de quien el hijo recibe la herencia, el titulo nobiliario (casa 4). En cuanto a la madre, de quien el hijo recibía la educación, tenía dificultades para expresar su casa 10 en dicha sociedad, por lo tanto ciertas características quedaban relegadas al inconsciente de la misma. De esta manera, el hijo “absorbía”, con su educación, este lado oscuro de la madre, y lo vive por ella. Este sería por tanto el lado de la psique de difícil reconocimiento, una vez que los atributos de la madre no eran claramente visibles y expresados. De ahí la representación oscura de la mujer en el cuento.
Como conclusión decir, que heredamos con nuestra casa 10 la faceta no vivenciada del padre o madre que menos consiguió expresara su casa 10. En cambio, heredamos de nuestra casa 4 la realización del padre o madre que mas correctamente expreso su casa 10.

Un ejemplo para que entendamos todo esto sería el que todos conocemos. Cuando se tiene un niño muchas veces lo primero que se piensa … ¿a qué se dedicará?, me gustaría que fuera médico, ingeniero, etc. Ahí ya esta poniéndose de manifiesto la casa 10 (facetas que en su momento no pudieron realizar el padre o la madre) queriendo que su hijo las desarrolle.
Podemos por tanto entender la importancia de aceptarse y vivenciar los dos legados, el del padre, que es claro y objetivo, y el de la madre, no tan visible y claro, pero que era importante también para conseguir el equilibrio necesario del eje de casas 4-10.

"Es dificil desafiar al destino.... Sigue las señales, ellas te guiarán....."

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