GUSTAV HOLST Y SUS PLANETAS

Pretendo con este escrito hablar un poco del compositos Holst, nacido en Chetelham cerca de Ingleterra. Su madre era inglesa y su padre un profesor de música sueco. Enfermo de asma y neuritis, Gustav no pudo llegar a ser el concertista de piano que ambicionaba.

Estudió en el Royal Collage of Music de esta localidad, pero más tarde se marchó a continuar su estudios a Londrés. Su obra más conocida y de la que me gustaría comentar aqui es The Planets, terminada en 1916, está parcialmente inspirado en meditaciones de su propio horoscopo. Trataba sobre "las influencias de nuestro espíritu".

 

Gran aficionado a la astrología entabló amistad con Ralph Vaughan Williams, amistad que duraría toda la vida. Holst y Vaughan viajaron juntos numerosas veces y coleccionaron juntos no solo antiguas canciones sino también objetos y libros de astrología e hinduismo y mitología.

 

De su aficción por la astrología saca su famosa obra que quiero aquí comentar: Suite para gran orquesta" The planets" (los planetas) redactada en medio de la Gran Guerra, entre 1914 y 1916, mostrando en cada parte de la misma la influencias de los planetas y su características. Desde luego, Gustav Holst era un buen conocedor de la astrología y de la mitología, y su amplio espectro cultural le permitía comprender la idea griega de la música de las esferas.

Holst elaboró el esquema de la partitura basándose en el astrólogo y teósofo Alan Leo: éste, con nombre de horóscopo, dividía su texto en capítulos, asignando cada uno de ellos a un planeta. Esta idea fue adoptada por Holst , que dividía su obra en siete movimientos, atinentes a los siete planetas hasta entonces conocidos, con la siguiente estructura: Marte, guerrero, impulsivo, atrevido, impulsivo; Venus, paz, amor, sosiego; Mercurio, el mensajero alado, Júpiter, optimismo, alegría, Saturno, seriedad, vejez; Urano, lo insólito, curioso, novedoso, el mago y Neptuno, lo profundo, lo místico.

 

Os animo a que escucheis esta gran obra que refleja bajo mi punto de vista fielmente la definición de la caracteríticas de cada planeta. Paso a interpretar aunque sea brevemente cada una de las siete partes de la que consta la suite.

MARTE

El sonido de Marte es enérgico, lleno de energía e ímpetu precisa a uno de los mitos más desgarradores de toda la historia, guerrero, vencedor de la batalla, (Ares, como se le conoce en la Mitología Griega, es el Vencedor, el que otorga la Victoria a los luchadores y a los constantes de la Vida).

La música de Marte se va acercando poco a poco a nuestros sentidos, hasta convertirse en breves momentos, en algo arrebatador y fuera de toda idea antigua de música sinfónica. Con esta pieza nos muestra un Holst innovador, cercano al dodecafonismo más demoniaco, mostrando la furia más característica de este planeta.

Marte está muy bien pensado para la época en la que fue concebida esta fascinante obra.

 

 

VENUS

 

 

Quizá Holst pensara en Venus como la antítesis de Marte, y no como el significado que le daban los griegos de Diosa del Amor.

Parece mostrar en esta obra más la Paz como un estado del Alma que el propio amor, Aunque ambas paz y amor forma parte de un conjunto por tanto indivisible.

El Portador de la Paz de Holst es algo así como una danza qe se va acercando a nuestro corazón, hasta hacernos sentir esa tranquilidad que sólo inspiran los Dioses.

Se siente así la fuerza de la Creación. Paz que va más allá de la Racionalidad y del Absurdo mismo.

MERCURIO

Al cual se le conoce también como Hermes, que con alas en su maravillosa corona, y también en sus preciosos pies, se desplaza de un reino a otro a la mismísima velocidad de la doble Luz, es Mental.

 

Holst en este esplendoroso movimiento, lleno de Claridad. Y es que a medida que Los Planetas son más lejanos, se adentran más en la oscuridad del cielo, la Música se va haciendo más solemne. No quiere decir ello que esta parte, Mercurio, tenga algo de "juego" y de brío.

 

Mercurio es Alegría también, es diáologo, conversación, transmisión de mensajes. Con esta audición uno mismo puede sentir, -si nos dejáramos-, el desapego del cuerpo; podríamos hacer un verdadero viaje astral por todas las constelaciones, logrando así hacer realidad. Podríamos visitar constelaciones más allá de las conocidas, podríamos inventarlas en ese viaje, en ese mensaje que seríamos en manos de Mercurio a través de estos sonidos espejeantes, rápidos, interrumpidos, campanales, como si en cada sonido diéramos un gigantesco paso hacia nuevos lugares del Espíritu.

JUPITER

Zeus, Horus, la Eterna Juventud, el Eterno Renacer, el gran benefactor, todo eso y más es lo que representa Júpiter, y la Música en sí, eso y muchas más altividades.Os digo desde ya que prestéis atención a la Música, es una mezcla de una marcha, de una sinfonía, la sonorización de la escena de una película de ciencia ficción; es el Gran Conjunto Armónico del Universo.

 

Cuando llegamos a esta parte de Júpiter, su grandiosidad y magnificencia van acordes a la idea que tenemos de todos los Arquetipos que se fundamentan en ese planeta; quizá hasta esta Música nos cuente algo de la Historia que se vivió allí, en ese extraño y curioso sistema de asteroides y atmósferas supuestamente densas.

Júpiter es Grandioso y Colosal, no hay límites, y si los hubiera no se resistirían a su Fuerza.

SATURNO

Saturno, la Inmortalidad, la representación de la conciencia, el Misterio absoluto, la lejanía y al mismo tiempo lo que conecta con otras mentes, con otras civilizaciones.

Esta parte de la Obra de Holst es la menos conocida; cuando ponen algo en los medios públicos audiovisuales de Los Planetas, suele ser o bien Marte o Júpiter, puesto que son los que más "marcha" tienen. Pero si es verdad que es mas sonorización que Música y por lo tanto nuestros sentidos auditivos no están del todo acostumbrados y adecuados/educados para este nuevo orden de cosas.

 

Kronos, a parte de todo, es el Planeta más misterioso en todos sus sentidos. La maravilla de sus anillos no tiene explicación alguna, y si la ciencia de los astrónomos todavía no ha encontrado una explicación "razonable", -para ellos sobre todo, para los científicos me refiero-, ¿por qué hay que buscar la racionalidad en esta Música increíble? Es como el adelantamiento de la Nueva Era; aunque a decir verdad Holst vivió justo hasta los comienzos de la Era de Acuario.

URANO

 

Cuando empezamos a escuchar esta Parte, Urano, escuchamos todavía el recuerdo de Saturno, con sus Pasos hacia la Eternidad, hacia ese renacer que es Kronos, hacia ese No Tiempo indescriptible. ¿Por qué no pensar que es Holst el que le puso ese apelativo de "El Mago"? No hay por qué pensar que siempre hay que apoyarse en algo mítico; Se sabe de la existencia de Urano como planeta, como algo físico, desde el siglo dieciocho, finales. Pero de ahí no ha pasado, de ser una figura más en el firmamento. Holst da a Los Planetas otra identidad. Todo aquello que es Tocado por la Divina mano de la Música, lo eleva a niveles fuera de la razón.

Podemos ver en esta parte "urano" muchas cosas, que se puede presentir la Magia, qué se puede experimentar a la hora de tener tan cerca, un lugar tan lejano en el espacio. Lo estravagante, lo insólito, lo peculiar, adjetivos que pudieran describir este fragmento musical y que tal relacionada esta con el planeta en sí.

NEPTUNO

Neptuno es el Mar, es el Agua, todas las aguas. Como Poseidón, son casi lo mismo. Neptuno fue descubierto casi a mediados del siglo diecinueve, por cálculos matemáticos, como luego fuera descubierto Plutón.

La Música de Neptuno es la que es Mística, la Música hace que ese planeta se convierta en Místico, por el solo deseo del creador de Holst. Es el Planeta Místico porque al creer que era el último, siempre lo que está en el final, en lo más alejado de la Consciencia de la Persona, lleve a la Mística. El final de esta parte musical es sonorizado por un coro. Los ocho minutos de que está compuesta la obra, es todo un sinuoso camino musical repleto de maravillas, de sombras y luces magníficas, que desembocan en esas voces, femeninas, cuyo tono va dejando de percibirse poco a poco, muy poco a poco, hasta que se escucha el silencio, la parte más abrumadora de la obra sonora.

 

Unas campanillas se despiden del conjunto sinfónico, y luego... las voces, pero no voces del fin, de un glorioso final que te deja paralizado, sin saber muy bien qué es lo que va a pasar.